“Siempre quise desarrollar un trabajo de autor que tuviera un buen nivel de contenido emocional y, al mismo tiempo, una estética original. No es una tarea fácil en estos días, donde casi todo parece ser solo una copia de lo que se ha hecho antes.
Lo primero que hice cuando comenzamos este trabajo fue dejar de lado la obligación de hacer algo nuevo. Dejé ir lo que me vino a la mente. De esa manera, no estaría conectado a ningún concepto que pudiera dirigir el trabajo a tal o cual camino, y me sentí libre de crear sin preconceptos.
Fue dando alas a la imaginación que aparecieron las canciones de estos dos discos. Una mezcla de todas las influencias musicales, literarias, personales, espirituales e incluso trascendentales, que tuve el placer o el disgusto de experimentar en el transcurso de mi vida hasta entonces.
Creo que de la combinación de todas estas fuentes en el trabajo de componer estas canciones, junto con el impecable buen gusto, capacidad y destreza técnica de mis socios; Tony Gibson en grabación, arreglos y producción; y Júlio Tavares a la batería, logramos producir una obra original, con un estilo propio y único.
Sin preocuparse por los sellos discográficos, las canciones de estos dos álbumes hacen una transición muy natural de la música pop al rock progresivo, pasando por Hard Rock, Rhythm & Blues, Country Music, etc., y las letras reportan expresiones de los sentimientos que nos rodean, emocionan. nosotros, y que también nos hacen felices, nos inspiran y nos llevan adelante cada día ”.
Mario Jones
